A menudo, en nuestra cultura acostumbrada a las soluciones rápidas, muchos piensan que una píldora ofrece alivio inmediato a problemas como la depresión o la ansiedad. Y los médicos de cabecera, enfermeros o enfermeras practicantes — generalmente el primer contacto cuando alguien confronta un problema psicológico — suelen recetar medicamentos como parte de lo que han aprendido en sus estudios. Pero no tienen la capacitación prolongada ni el tiempo para ofrecer ayuda psicoterapéutica.
Hay algunos problemas psicológicos como la depresión severa, el trastorno bipolar o la esquizofrenia que necesitan tratamiento con medicamentos. Pero en otros casos no ocurre así.
Las evidencias indican que en muchos casos el medicamento no siempre da resultados. Por ejemplo, en un estudio publicado en el año 2010 por la revista Journal of the American Medical Association, los investigadores revisaron análisis previos sobre la eficacia de los antidepresivos y descubrieron que los mismos fueron útiles en casos graves de depresión. Sin embargo, en casos de depresión ligera a moderada, no fueron más efectivos que un placebo.
Más aún, los medicamentos no le ayudan a adquirir las destrezas necesarias para lidiar con los problemas de la vida. A menudo, los problemas no desaparecen o surgen nuevamente en cuanto deja de tomar la medicina. Por el contrario, la psicoterapia le enseñará nuevas estrategias de solución de problemas que también le ayudarán a enfrentar conflictos futuros.
Si usted puede funcionar relativamente bien — o sea, que tiene buen rendimiento laboral o escolar y buenas relaciones con familiares y amigos — probablemente la respuesta es “no”. La psicoterapia por sí sola puede ser muy efectiva. También podría necesitar un estilo de vida más balanceado que combine trabajo, ejercicios e interacciones sociales.
Sin embargo, los medicamentos pueden ser útiles en algunas situaciones. A veces se necesitan medicamentos para llegar a un punto en el que la persona pueda participar plenamente en la psicoterapia. Los medicamentos también pueden ayudar a personas con serios trastornos de salud mental. En algunos casos, la combinación de psicoterapia y medicamentos funciona con mayor efectividad.
Si usted necesita medicamentos, el psicólogo colaborará con su médico de cabecera o quizás con el psiquiatra para garantizar un método coordinado de tratamiento que le resulte más conveniente.
Dos estados, Luisiana y Nuevo México, han pasado leyes que les permiten a psicólogos certificados con capacitación avanzada recetar ciertos medicamentos para el tratamiento de problemas emocionales y de salud mental, como la depresión y la ansiedad. En algunos estados se les exige a los psicólogos la participación en un programa de capacitación especializada (a menudo una maestría en psicofarmacología), haber aprobado un examen de prescripción de medicamentos, y tener además certificación como psicólogos con autoridad para recetar.